
El moño, simplemente, su moño. Aquellas dulces mujeres que nos deleitan mientras sufren de dolor al sostener su diminuto cuerpo con la punta de sus dedos, han marcado, han dejado huella.
Ya era hora...

El moño, simplemente, su moño. Aquellas dulces mujeres que nos deleitan mientras sufren de dolor al sostener su diminuto cuerpo con la punta de sus dedos, han marcado, han dejado huella.